Vehículos menos contaminantes y aire más limpio

El calentamiento global es una realidad evidente y aceptada. Durante el siglo XX, la tierra se calentó 0.6 grados centígrados. Esta pequeña cantidad tuvo efectos devastadores en la estabilidad del agua y del planeta. El Antártico perdió un tercio de su espesor y el nivel del mar subió 17 centímetros.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático presentó a la Organización de Naciones Unidas un plan para combatir el cambio climático. Este panel advierte que, de no actuar vigorosamente la humanidad se acercará a un siglo XXI lleno de extremos climáticos, sequías y enfermedades. “El aumento en el número de refugiados ambientales cuando el nivel de los mares se eleve y el surgimiento de las tormentas se incremente, será en decenas de millones”, afirma Rosina Bierbaum, miembro del panel y ecologista de la Universidad de Michigan.

El grupo recomienda destinar miles de millones de dólares a la investigación y el desarrollo de nuevas y limpias fuentes de energía, así como a diversas agencias internacionales para ayudar a la gente afectada. De acuerdo con sus conclusiones, las emisiones de dióxido de carbono a nivel global deberían reducirse para 2015-2020, y luego cortadas a menos de un tercio de ese nivel para 2100, a través de una vasta transformación de los sistemas de energía global, hacia una ma yor eficiencia y lejos de los combustibles fósiles.

El 12 de octubre de 2013 entró en vigencia el Decreto Nº 7-2013: Ley marco para regular la reducción de la vulnerabilidad, la adaptación obligatoria ante los efectos del cambio climático y la mitigación de gases de efecto invernadero.

Esta ley tiene como fin principal que el Estado de Guatemala adopte prácticas que propicien condiciones para reducir la vulnerabilidad, mejoren las capacidades de adaptación y permitan desarrollar propuestas de mitigación de los efectos del cambio climático, producto de las emisiones de gases de efecto invernadero. La ley crea el Consejo Nacional de Cambio Climático, dispone la adopción del Plan Nacional de Energía para la Producción y el Consumo basado en el aprovechamiento de los recursos naturales renovables, la promoción de tecnologías para la eficiencia y el ahorro energético y la reducción de gases de efecto invernadero. También establece disposiciones en temas de mercados de carbono. La ley fue ampliamente cuestionada por ambientalistas quienes criticaron la inclusión de los mercados de carbono. En la ley no se contempló la emisión de los vehículos automotores.

Entre los causantes de la contaminación por CO2 se encuentra el tráfico rodado (https://contaminacionmundial.word press.com), el que contamina a causa de la combustión de hidrocarburos y el desgaste de frenos y llantas. Aunado a esta causa se encuentra el consumo de combustibles fósiles tales como carbón, petróleo y gas natural, lo que trae como consecuencia el aumento en los niveles de contaminación del aire, del suelo y del planeta.

Según el sitio (http://www.fueleconomy.gov), los vehículos manejados en carretera emiten cerca de 1.5 billones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero (GHGs) en la atmósfera cada año—mayormente como dióxido de carbono (CO2)—, con lo que contribuyen al cambio climático global. Cada galón de gasolina quemada crea 20 libras de CO2. Eso es típicamente de 5 a 9 toneladas de CO2 por año, por auto.

Para disminuir la contaminación emitida por un vehículo hay varias recomendaciones. La primera es usar el transporte público, lo que en el caso de Guatemala puede ser poco viable por lo limitado del servicio, no solo en el área metropolitana de Guatemala sino también en las otras ciudades. La segunda recomendación es compartir vehículo y disminuir los viajes de una sola persona. Además, se recomienda elegir un auto que posea mejor rendimiento de gasolina.

Una de las recomendaciones más importantes para ahorrar combustible es evitar conducir agresivamente, lo mejor es hacerlo dentro de los límites de velocidad. Al acelerar y frenar frecuentemente se desperdicia gasolina. Según el sitio http://www.fueleconomy.gov, se puede aprovechar el consumo de gasolina hasta un 33 por ciento en autopista y un 5 por ciento en ciudad al manejar con cuidado.

También existen en el mercado aparatos que monitorean la forma de manejar, y estos pueden ayudarle a mejorar su eficiencia en combustible hasta un 3% y a obtener hasta un 10% más en su recorrido. También es recomendable evitar llevar cosas en el techo, ya que llevar cosas extras incrementa la resistencia aerodinánica y disminuye la eficiencia de combustible. Una caja de carga grande, puede aumentar el consumo de gasolina de un 2% a un 8% en ciudad, un 6% a 17% en carretera. Las cajas de carga o plataformas traseras aumentan el consumo de gasolina mucho menos–solo un 1% o 2% si maneja en ciudad y 1% a 5% en carretera.

Para mejorar el ahorro de combustible en clima caliente se recomienda bajar las ventanillas en velocidad baja y usar el aire acondicionado en carretera, estacionarse en la sombra o usar una cubierta para el sol, conducir con las ventanillas abajo un rato antes de encender el aire acondicionado y dejar que el aire caliente salga antes de la cabina, esto permite que el vehículo se enfríe más rápido.

Usar un combustible bajo en carbón, como el etanol o el gas natural es otra de las recomendaciones. En el caso de gas natural, es uno de los combustibles menos contaminantes, y es más barato. La desventaja es que posee menos puntos de distribución.

Para disminuir la emisión de gases y hacer un uso más eficiente, se recomienda también mantener las llantas infladas a la presión apropiada, lo que puede incrementar la distancia que el vehículo recorre en un 3.3%. Las llantas desinfladas pueden bajar los kilómetros por galón en un 0.3 por ciento por cada 1 psi de reducción de la presión de los cuatro neumáticos. Los neumáticos bien inflados son más seguros y duran más.

La presión adecuada para los vehículos se encuentra en una calcomanía en la puerta o en la guantera. Otra de las recomendaciones es utilizar el aceite indicado para el motor, ya que utilizar un aceite distinto puede reducir la cantidad de kilómetros por galón.

Utilizar otras fuentes de energía no fósiles facilita que en el futuro otras generaciones puedan tener un ambiente más saludable. Es necesario que la energía se desarrolle de fuentes renovables, que se produzca con tecnologías más eficientes y limpias, y que se utilice la energía de forma más sabia y eficiente. Actualmente muchos de los combustibles son derivados del petróleo, pero no se sabe cuánto durará esa fuente de energía.

Mientras los vehículos híbridos y eléctricos y los de célula de combustible de hidrógeno ganan terreno y se abaratan, se puede optar por usar etanol y biodiesel para compensar el uso del petróleo.

 

Roberto M. Samayoa O.
Periodista
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.org.gt

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