Una empresaria con técnicas de ama de casa

Sin las que Yolanda Fernández de Cofiño no hubiese logrado construir el emporio de restaurantes que es hoy McDonald’s Mesoamérica

No todos los tiempos han sido buenos para McDonald’s, la cadena de restaurantes que hoy por hoy controla el mercado de las comidas rápidas del país, al menos en lo que a hamburguesas se refiere.

Yolanda Fernández de Cofiño, presidente de la cadena de restaurantes McDonald’s y creadora de la Cajita Feliz.

En 1974 solo un restaurante existía y lo que generaba eran pérdidas. José María Cofiño, su fundador, estaba desesperado y dispuesto a su cierre. Pero su esposa Yolanda no lo dejó y le propuso que la dejara trabajar en él hasta que se pagara la deuda y luego lo clausurara.

El trato fue aceptado y Yolanda de Cofiño se dedicó a atender el negocio. No era una administradora de empresas ni mujer de negocios, acepta. En realidad, su vida estaba dedicada a ser ama de casa. Pero esa intuición fue precisamente la que le permitió salvar el restaurante, entonces ubicado en la 10ª calle, entre 5ª y 6ª avenidas de la zona 1 capitalina.

Cuando la deuda se pagó, su esposo le dijo que era el momento de cerrar. Entonces ella respondió: “ni pensarlo, cómo cerrar un negocio que me ha costado más que mis hijos, pues he trabajado en él más de 9 meses para verlo crecer”.

Así comenzó el emporio de restaurantes conocido como McDonald’s Mesoamérica, ahora con alrededor 5,500 trabajadores, 100 restaurantes entre Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, y cientos de reconocimientos a nivel mundial por su dedicación, calidad, creatividad y por el esfuerzo de Yolanda de Cofiño. Pocos guatemaltecos saben que ella es la creadora del menú infantil que a nivel internacional maneja la cadena como Cajita Feliz.

Pensar en atender a los niños con menús infantiles no es de sabios, según ella. Entonces, a finales de los años 80, decidió hacerlo con el agregado de incluir juguetes en el menú, para volverlo más atractivo para la niñez. Los primeros regalos fueron comprados en tiendas chinas y consistían en  juguetes sencillos como yax, silbatos y otras figuras de entretenimiento. En la actualidad, los niños gozan con las figuras que impone la moda de los dibujos animados.

Pero eso no es todo. Aunque la cadena internacional ya atendía cumpleaños, lo hacían con límites y precios prácticamente inalcanzables para los guatemaltecos. Por eso, ella transformó el sistema y liberó los límites con un “pague sólo por los invitados que lleguen”. Además, incluyó las tradicionales piñatas, la Cajita Feliz como sorpresa y pastel.

Por supuesto que sus técnicas de ama de casa se perfeccionaron asistiendo a la Universidad de la Hamburguesa, en Illinois, donde se roza con la crema y la nata de la mercadotecnia. Así comienza su transición del empirismo a la profesionalización académica.

Hoy por hoy, McDonald’s es más que restaurantes. Se ha convertido también en una entidad de ayuda para las familias necesitadas. Cuenta con programas de apoyo a los niños con cáncer, también ayuda a los niños con problemas auditivos y, últimamente, aportó 300 casas para el programa Un Techo para mi País.

Todo esto no hubiese sido posible, si la intuición femenina que inspiró a una exitosa empresaria guatemalteca.

Carlos Morales Monzón
Periodista y Consultor
cmoralesmonzon@yahoo.com

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