Turismo sostenible, una herramienta contra la pobreza

Si Guatemala logra explotar su potencial turístico, podría convertirse en una nación más próspera, pero también generadora de oportunidades que contribuyan a disminuir la migración masiva hacia Estados Unidos.

La pobreza es un mal endémico en Guatemala. Curarlo no es nada fácil. Y aunque se han buscado por años tratamientos para erradicarla, lo más que se ha logrado es atenuar el dolor, ni siquiera eliminarlo. Este 2017, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decidió declararlo el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, al considerar que es un tema que en el mundo puede ayudar a muchos países, como el nuestro, a mejorar las condiciones de vida de su población.

Rebeca Arias, representante residente del Sistema de Naciones Unidas de Guatemala.

Aunque en Guatemala existen proyectos tendientes a promover este tipo de turismo, se reconoce que no ha sido lo suficientemente explotado, si se toma en cuenta la capacidad que el país posee en recursos naturales y humanos como para hacerlo mucho más rentable. Más de un centenar de microclimas no hacen sino otorgar un plus a una nación a la que solo le queda planificar y organizarse. Si eso se logra, algunos creen que el turismo, incluso, podría llegar a ocupar el primer lugar entre los generadores de divisas para el país, con lo que superaría a las remesas que hoy día pisan terreno fangoso y llenan de incertidumbre a las autoridades.

Cifras de la ONU dan cuenta de que, cada año viajan por el mundo más de mil millones de turistas. Y si se toma en cuenta el efecto multiplicador de esta actividad, se considera que es capaz de incidir positivamente en la vida de muchas personas que viven en el entorno de los sitios visitados.

La visión de la ONU

“Por ser uno de los principales sectores de generación de empleo en el mundo, el turismo ofrece importantes oportunidades de subsistencia, con lo que contribuye a aliviar la pobreza e impulsar el desarrollo inclusivo”, aseguró en su momento el entonces Secretario General de la ONU, Banki-moon.

El turismo es capaz de incidir positivamente en la vida de muchas personas que viven en el entorno de los sitios visitados.

En esa línea, se dice que con declarar este 2017 como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, se “aspira a sensibilizar a los responsables de tomar decisiones y al público en general de la contribución del turismo sostenible para el desarrollo, lo que moviliza a la vez a los grupos de interés para que trabajen juntos en hacer del turismo un catalizador de cambio positivo”.

Puntualmente, se busca que los países, a través del turismo, trabajen en cinco ámbitos clave:

  • Crecimiento económico inclusivo y sostenible.
  • Inclusión social, empleo y reducción de la pobreza.
  • Uso eficiente de los recursos, protección ambiental y cambio climático.
  • Valores culturales, diversidad y patrimonio.
  • Comprensión, mutua, paz y seguridad.

Rebeca Arias, representante residente del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, asegura que, también se busca generar un esfuerzo común entre los sectores, gobiernos, empresarios y comunidad internacional, para que se promueva el turismo como un sector importante para el desarrollo sostenible de los países.

Recuerda que, en buena medida, esto es parte de los compromisos adquiridos por los países que integran la ONU, desde 2015, al establecer la agenda de desarrollo sostenible. Y es que se ha encontrado en el desarrollo del turismo, una herramienta ideal para promover cambios en buena parte de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que deben cumplirse en 2030.

El turismo se convierte en motor de crecimiento con efecto multiplicador en la economía y contribuye a acelerar el logro de los objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Se busca que el turismo le dé un impulso al desarrollo sostenible de los países, porque sabemos que, en el turismo, los factores de producción que se necesitan para producir bienes y servicios para el sector turismo son tan variados que se involucra a distintos sectores. Por lo que, se convierte en motor de crecimiento con un efecto multiplicador en la economía y acelera el logro de los ODS…”, dice Arias.

El turismo puede generar más empleo, sostiene la representante de la ONU en el país. Y si ese sector crece, las plazas de trabajo también lo harán. Pero, también hace hincapié en que debe ser un empleo decente, con salarios dignos, con seguridad y protección social.

Lograr lo anterior, sin lugar a dudas, daría lugar al crecimiento económico de las familias beneficiadas y, por lo tanto, al progreso de sus comunidades. Pero también se debe pensar en que, al reconocer los beneficios que obtienen, los habitantes de esos lugares también cobrarán conciencia de lo importante que es valorar y proteger los recursos naturales que les están significando crecimiento y desarrollo.

Jorge Mario Chajón, director de Inguat.

Con el turismo, dice Arias, no solo obtienen ventajas los hoteles, también los artesanos que producen suvenires, los que producen textiles, aquellos que se mueven en el área de la alimentación y hasta los de la diversión y el entretenimiento. Eso es multiplicar e incluir, un factor importante en el propósito de la promoción del Turismo como herramienta de crecimiento sostenible para el desarrollo.

Perspectiva oficial

El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) no está alejado de este andamiaje. Su Plan Maestro de Turismo Sostenible 2015-2025, lo demuestra.

Jorge Mario Chajón, director de la entidad, dice que el desarrollo turístico sostenible atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras, y al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades para el futuro. Para el Inguat, este tipo de turismo se concibe como “una vía hacia la gestión de los recursos, de forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas, socioculturales y ambientales, sin descuidar el respeto a la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida”.

Diego Díaz, presidente de la Camtur.

En esa línea, el Inguat trabaja en varios ejes que, a su criterio, coadyuvarán a mejorar este tipo de turismo. Por ejemplo, promueve la certificación de empresas y servicios, a través de lo que se denomina Sello Q-Guatemala, con el propósito de garantizar la calidad de lo que se ofrece al turista. En 2016 se entregaron 42 distintivos de este sello.

El Inguat también asesora a las municipalidades que presentan sus proyectos para el desarrollo de sus destinos, a través de asistencia técnica y asignación de recursos. Lo anterior sin contar que, conjuntamente con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, el sector privado y otras entidades de gobierno, se implementa el Programa Impulsa, el que tiene por objetivo potenciar las capacidades de emprendedores, pequeñas y medianas empresas, que generen impactos positivos en las áreas protegidas.

El Plan Maestro del Inguat pretende fortalecer a las instituciones de gobierno, del sector privado y de organizaciones civiles en los criterios globales del turismo sostenible, desarrollar turismo sostenible en áreas protegidas, también en comunidades con potencial turístico con población en pobreza y pobreza extrema, así como desarrollar turismo con gestión comunitaria.

Por lo general, un turista está dispuesto a pagar por un suvenir, un restaurante de alta calidad culinaria y una habitación con todas las comodidades. En la fotografía, Hotel Casa Palopó en Atitlán.

La consecución de todos estos objetivos tiene como meta final alcanzar el desarrollo del país, pero también, dice Chajón, aspirar a que en el corto plazo el turismo desplace a las remesas en ingresos de divisas.

Visión privada
Diego Díaz, presidente de la Cámara de Turismo (Camtur), es de la idea de que el turismo debe explotarse de una mejor y más agresiva manera en el país. Pero, dice estar consciente de que ello requiere de un trabajo integral que involucre también al Estado, pues de lo contrario lo que se haga no puede estar completo.

El empresario se refiere, por ejemplo, a que de nada sirven los esfuerzos privados por mejorar sus instalaciones y servicios, si aspectos como la infraestructura en carreteras, el servicio de transporte y de alimentación no satisfacen los requerimientos de los viajeros.

“Guatemala cuenta con innumerables sitios interesantes, atractivos e importantes para explotar el turismo, pero el acceso a ellos y los servicios que allí pueden instalarse no son los más adecuados para el turismo”, dice Díaz.

Instituciones como el Earth Lodge Hotel trabajan por minimizar los impactos negativos culturales y ambientales de los sitios de destino.

Y es que no todo el turismo es de aventura. Mucho del turista que llega a Guatemala está en busca de parajes, montañas, lagos, lagunas y ríos, pero también quiere ciertas comodidades. Además, ese es el turismo que más ingresos genera, porque esos viajeros están dispuestos a pagar lo que sea para pasarla bien. Se trata de turistas con recursos suficientes para pagar lo que se les pida por un suvenir, pero también quieren un restaurante de alta calidad culinaria, una habitación con todas sus comodidades, incluido un servicio de internet.

Por ello es que, Díaz habla de la necesidad imperante de trabajar integralmente, pues solo de esa forma se alcanzará el propósito de ofrecer a los viajeros todas esas ventajas.

Rocío Bonilla, investigadora asociada del Consejo Privado de Competitividad, expresa un pensamiento muy similar al del presidente de la Camtur. Pero agrega que, el turismo sostenible intenta maximizar los beneficios socioeconómicos, pero también minimizar los impactos negativos culturales y ambientales de los sitios de destino.

Bonilla asegura que, en el mundo se está desarrollando con mucha rapidez este concepto de turismo sostenible para el desarrollo. Dice que, en Guatemala ya se ven empresas y organizaciones que están empezando a darle ese enfoque. Por otro lado, advierte que en Antigua Guatemala ya hay hoteles con esa variante. Por ejemplo, uno que funciona sin fines de lucro y que busca empoderar a sus comunidades, generar empleo directo e indirecto, pues todo lo que utilizan en muebles y blancos es producido por alguien de la comunidad.

También está Earth Lodge Hotel, que es un eco hotel, o bien Ram Tzul Hotel, en Las Verapaces, con un concepto de eco hotel.

Rocío Bonilla, investigadora asociada del Consejo Privado de Competitividad.

Bonilla también hace hincapié en la necesidad de mejorar la infraestructura, pues es fundamental para la atracción y mantenimiento del turista, y al final se convierte en una barrera para el desarrollo de este sector. Cuenta que en el Consejo Privado de Competitividad trabaja actualmente en once brechas que se han identificado como impedimentos para el desarrollo de sectores competitivos y productivos de Guatemala. Una de ellas, por ejemplo, es el alto costo que implica la seguridad, un tema por el que muchos viajeros prefieren optar por Costa Rica, en donde los riesgos son casi nulos. Otra es la infraestructura, pues el Estado ha sido incapaz de generar, por ejemplo, carreteras de calidad, dando lugar a carreteras privadas, como la Vía Alterna del Sur (VAS).

Guatemala, sin lugar a dudas, cuenta con los recursos naturales suficientes y de calidad para atraer a todo tipo de turista. Lo que resta, según lo dicho por nuestros entrevistados, es que se pongan en marcha esfuerzos reales para que todo lo que está en los planes escritos, se lleve a la práctica.

Si ello llega a cumplirse, sin duda, el turismo se convertirá en una actividad verdaderamente importante para el país. Si ya lo es, aun sin explotar todas las posibilidades que se tienen, solo hay que imaginar como podría ser este sector si su potencial es llevado al máximo.

Ser entonces el mayor generador de divisas para el país, no es solo una posibilidad, puede ser una realidad que, además, contribuya a disminuir la migración de guatemaltecos que buscan en el sueño americano una oportunidad que su país no les da en términos de empleo y salarios de calidad.

Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
cmoralesmonzon@yahoo.com

 

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