Trayectoria de más de medio siglo

Fue coronada con el premio Gestión Global

A mediados de los años 60, un grupo de empresarios liderado por Alfredo Cerwin se aventuró en la fundación de Alarmas de Guatemala. Su principal función era la importación de equipo electrónico para la seguridad, y comenzó con 20 colaboradores.

Con el tiempo y en respuesta a otras necesidades en seguridad, la compañía adquirió otros negocios que se sumaron a las operaciones del grupo. De esta forma, introdujeron los servicios de patrullaje y vigilancia, con lo que se constituyeron en pioneros de las fuerzas de seguridad privada del país, un servicio que hoy en día es vital para las empresas. Fue así como la planilla aumentó a 100 colaboradores.

Ernesto Zachrisson fundador y socio de Grupo Almo, ganador del premio Gestión Global 2016, otorgado por la Asociación de Gerentes de Guatemala.

Los años 80 fueron de mucho éxito para esta empresa, que ya comercializaba equipo electrónico en El Salvador. Esta vez, integraron a su portafolio a Protección de Valores, S.A. (Proval), cuando en el imaginario de las personas todavía no existía la necesidad de que alguien más transportara su dinero a las instituciones bancarias.

Posteriormente, se sumergieron en el negocio del courier, con la creación de Cargo Expresso. De esta forma, la expansión a Centroamérica no se hizo esperar, abrieron operaciones en El Salvador y Honduras y la planilla creció a 4 mil colaboradores.

En la década siguiente, El Ébano se unió a Grupo Almo, se fundó Metropol y se obtuvo la representación de UPS para Guatemala, El Salvador y Honduras. Así también, en el año 2000, sus operaciones se extendieron a Nicaragua, Costa Rica y Panamá, con la creación de Pronet, NEO Seguridad y Transval, lo que duplicó la planilla a 8 mil colaboradores.

Sin duda, en 2014 se dio la expansión más importante y fue en Suramérica, con TVS Colombia. Con ello reafirmaron su compromiso en 8 países, a los que otorgan 15,500 oportunidades de empleo.

Para Ernesto Zachrisson es un orgullo haber formado parte del Grupo Almo desde sus inicios, trayectoria que se convirtió en toda una escuela de vida que le enseñó a fijarse objetivos, a tomar decisiones estratégicas, a asumir la responsabilidad comercial y legal de las operaciones y a considerar riesgos importantes.

Durante su gestión el grupo atravesó por épocas fructíferas como por momentos de crisis, en los que Ernesto Zachrisson demostró su garra para salir adelante, historias que cuenta en una entrevista a GERENCIA , después de obtener el galardón Gestión Global 2016.

¿Qué los motivaba a aventurarse en negocios nuevos?

De alguna forma nos movía la seguridad, siempre ha sido un tema sensible que ha ido variando. A pesar de que en ese entonces no habían muchos asaltos, recuerdo anécdotas como una en Quetzaltenango, en Los Encuentros, en donde con una bazuca perforaron el carro de unos agentes, a los que les arrancaron la cabeza. En Honduras, una vez, asaltaron un camión en un simulacro en donde los asaltantes estaban disfrazados de policías. Esos eventos nos fueron dando ideas para negocios.

Por ejemplo, hoy en día los robos ya no son a camiones, son electrónicos. Por ello, nuestra siniestralidad bajó enormemente, porque las personas invierten más seguridad interna y externa. Se puede decir que han parado completamente los asaltos a carros blindados.

Cargo Expreso forma parte de Grupo Almo, y presta servicios de courier desde Miami hasta Panamá.

¿Cómo está integrado el mercado de la seguridad?

En todo lo relacionado a la seguridad hay mucha proliferación, en alarmas, en policías y en los distintos servicios. En el mercado operan unas 140 policías privadas, de las cuales entre 40 y 60 cumplimos con todos los requisitos de ley, que incluyen pagar IGSS y pagar prestaciones, se puede decir que todas las demás no llenan los requisitos.

¿Qué aspectos privilegian para prestar los servicios de seguridad?

La corporación ha crecido mucho en volumen. Hay momentos en que nos llegan a pedir hasta 200 agentes. Nos toca buscar, registrar y evaluar la capacidad de las personas, pero también la honradez y la honestidad. Y esto nos toma hasta 2 o 3 meses para hacer una contratación.

¿Lo más difícil es la contratación?

Es complicado. Porque los clientes nos exigen tener la mejor calidad, pero a la vez quieren pagar lo menos posible. Por eso buscamos un balance, los preparamos, les damos clases de primaria hasta bachillerato, porque es muy difícil encontrar en niveles económicos bajos a gente con educación que pueda proteger la seguridad de nuestros clientes.

¿Cuál considera un logro importante para la empresa?

Haber conseguido el permiso de la Superintendencia de Seguridad de Colombia para operar en ese país. Para ello tuvimos que demostrar quiénes somos, qué tenemos, nuestra trayectoria y experiencia. Después de esta evaluación, adquirimos la cuarta empresa de seguridad más grande de Colombia.

¿Qué países atienden?

En seguridad, de Guatemala a Panamá. Me refiero a los agentes privados que contratan las empresas y las alarmas. En transporte de valores, de Guatemala hasta Colombia. Y, con el courier, de Miami hasta Panamá, sin incluir Colombia.

¿La Fundación Almo es su brazo social?

Sí, se fundó hace 12 años y atiende a los familiares de nuestros colaboradores en cuanto a salud y educación, ya llevamos más de mil personas graduadas. De esta forma, les proveemos un servicio que no tienen, pues muchos de ellos vienen del interior. Y esto aplica a toda Centroamérica.

¿A qué debe su éxito como grupo?

A haber crecido compartiendo los mismos valores entre los socios. Que son el respeto mutuo, la integridad, la buena fe, la disciplina y la constancia. Eso fue lo que nos ayudó a crecer, y ese es también nuestro mayor logro.

¿Se imaginó el crecimiento que alcanzaron?

Cuando empezamos éramos jóvenes con muchos deseos de hacer algo en la vida, de convertirnos en empresarios exitosos. Pero, nunca creímos que íbamos a estar en donde estamos. Por eso, no podemos más que honrar a Dios por su benevolencia al habernos reunido como socios, al habernos dado el impulso de pensar en grande y de construir nuestros sueños, que son los sueños que mueven al mundo y a aquel muchacho de la secundaria que sale a conquistarlos. Es la sana ambición por el éxito y el deseo de prosperar económicamente en beneficio propio, de nuestras familias y de nuestro país.

Por otro lado, continuamos creyendo, al igual que el primer día, que las empresas las hacen las personas, y que las personas son las empresas. Una empresa con más de 15 mil colaboradores solo puede ser exitosa por ellos y por la buena dirección. Así es como hemos logrado una corporación rentable y sólida.

Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
gileana@agg.com.gt

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