NaturAceites, naturalmente responsables

Esta compañía guatemalteca basa su éxito en la responsabilidad social

NaturAceites es una empresa guatemalteca líder en la producción sostenible de aceite de palma, que cree que la responsabilidad social empresarial es una herramienta para dar al país desarrollo y bienestar por medio de buenas prácticas ambientales y sociales, a través de un cultivo que genera beneficios sociales y cerca de cinco mil puestos de trabajo en el área rural.

Esta empresa nace, hace unos 30 años, de una fusión de dos empresas. Una de Grasas y Aceites, cuya fuente principal de materia prima provenía del algodón, y que por la escasez que se da de este producto allá por los años 70, comienza a buscar socios para hacer una alianza que le proveyera de materias primas para la producción de margarinas y aceites. Por esa época estaba la empresa Indesa, que comenzaba sus cultivos de palma de aceite, y se une a Grasas y Aceites para dar vida a NaturAceites, una empresa de capital guatemalteco.

Desde entonces esta empresa tiene suparte industrial, o refinadora, en Escuintla y la primera etapa del procesode su materia prima, es decir los cultivos de palma, en El Estor, Izabal; en Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz, y en San Luis Petén.

A decir de Erasmo Sánchez, gerente de Asuntos Corporativos de NaturAceites, en las zonas donde trabajan nohay presencia del Estado. “En el medio donde nos desarrollamos debemos ir un poco más allá para operar, no con un enfoque de filantropía, sino con enfoque de sostenibilidad del negocio en sí. Ayudamos con estrategias y políticas de buenos vecinos en las comunidades donde nos desenvolvemos, en temas como de educación, infraestructura y salud porque necesitamos que las comunidades y nuestros colaboradores crezcan con la empresa para que el negocio tenga sostenibilidad”, acota Sánchez.

Responsables por naturaleza

Conscientes del impacto que sus acciones tendrán en el medio ambiente, los trabajadores y las comunidades, NaturAceites está comprometida con el desarrollo rural, con el único fin de mejorar, no solo sus resultados sino también los del entorno, al hacer negocios basados en ley y al ofrecer al consumidor final un producto con altos estándares de calidad.

Los valores con los que ha crecido la empresa son solidaridad, responsabilidad, respeto e integridad, valores sobre lo que se asientan sus ejes de trabajo y relaciones comunitarias: salud, educación, inclusión social y acceso vial para las comunidades en donde se desarrollan y se mantienen gracias a sus prácticas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

Para Sánchez, la RSE no es filantropía sino sostenibilidad y gestión de riesgo, pues operar de manera responsable a nivel ambiental, social y laboral es un gran reto debido a las condiciones de vida a las que están sometidas las comunidades. “En RSE tenemos el público interno; es decir, los colaboradores, un eje importante para una familia de más de 4 mil 439 colaboradores, que hacen los productos que distribuimos en Guatemala, El Salvador y algunas regiones del Caribe, con nuestra marca bandera “Aceite Capullo”, para clientes del sector industrial, hoteleros, restaurantes, reposterías y panaderías”, explica el ejecutivo.

Entre las obras que desarrollan, bajo la filosofía de RSE, cuentan la construcción y remoción de escuelas; entrega de insumos a 26 escuelas y 2,500 niños beneficiados. En el área de salud, la construcción de 7 centros de convergencia, servicios de ambulancia, jornadas médicas y alianzas con farmacias para la venta de medicinas con facilidades.

“Ayudamos con clínicas que dan servicio a unas 25 comunidades, hay convenios con Cruz Verde que da crédito para la compra de medicinas. En inclusión social trabajamos con las mujeres en su empoderamiento y autoestima, así como con el Programa Mejores Hogares, además les enseñamos sobre la diversificación de cultivos”, sostiene el entrevistado.

Al hablar de infraestructura, Sánchez menciona el mantenimiento de más de 300 kilómetros de carretera, el remozamiento de puentes, el dragado de ríos y el apoyo a las comunidades en la inscripción de 160 kilómetros de caminos.

Un tema que no deja de lado NaturAceites es el del ambiente, al ser la primera empresa de aceite de palma en vender bonos de carbono a nivel mundial. También operan sus plantas de beneficio con biomasa, un subproducto renovable que produce abono orgánico recicla sus residuos y los deposita en los cultivos, para aumentar los nutrientes del suelo de forma natural, además, reduce las emisiones de CO2 y gas metano. Cuentan con un sistema de monitoreo de uso responsable del agua.

Reconocimiento a todo nivel

Esta empresa cuenta con avales internacionales que respaldan sus prácticas sociales y ambientales. Uno de ellos es la Certificación de la Mesa Redonda para la Sostenibilidad del Aceite de Palma (RSPO, por sus siglas en inglés). NaturAceites es una de las seis compañías de Latinoamérica con la RSPO que promueve la producción y uso de palma con criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica. Asimismo, obtuvieron la certificación Kosher que garantiza que todos los productos son cien por ciento vegetales, sin ningún derivado animal. FSSC 22000 es la que garantiza la inocuidad en la producción del aceite, desde agosto de 2015, para la planta refinadora ubicada en Escuintla.

Para Erasmo Sánchez, uno de los principales retos es trabajar sin el apoyo del Estado y la poca gobernabilidad en las regiones en donde operan. “Es un gran reto para las empresas porque desafortunadamente no hay infraestructura ni seguridad, en meses no pasa una radio patrulla y en otras áreas no las dejan pasar por la misma conflictividad y la falta de diálogo. Con esa inestabilidad es muy difícil operar, por eso la RSE es estratégica para la sobrevivencia de las empresas en el área rural y una herramienta de reducción de riesgo social”, concluyó.

Victoria Alvarado
Periodista
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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