Multas de tránsito ¿un mal necesario?

Para diversas empresas las multas de tránsito pueden ser un gasto evitable o una llamada financiera de atención

Roberto Hermosilla, gerente de Salud y Seguridad Ocupacional de Cementos Progreso.

El sector industrial y empresarial de Guatemala se mueve todos los días en la denominada “Selva de concreto”: mensajeros, repartidores, taxistas y otros emprendedores se movilizan por la ciudad y municipios del departamento.

Para una agilización del tránsito y según los puristas del Derecho, las multas significan una forma de educar en el tema vial, por ello ningún conductor está exento de ser multado… a menos que sepa qué es lo que no debe de hacer.

Según el Observatorio Nacional de Seguridad de Tránsito y Dirección General de la Policía Nacional Civil, en su Boletín Estadístico, durante 2017 más de dos mil 270 camiones y 720 automóviles han sido sancionados por distintas razones.

Entre las razones más recurrentes están el no portar licencia de conducir, no tener los vehículos con el equipamiento básico, circular en vías restringidas o con llantas lisas o con roturas.

Para la entidad, más de 2 mil 100 multados han sido sancionados por no contar con licencia de conducir, esto hace pensar que muchas empresas no se interesan en contratar personal con la debida documentación o preparación.

Cementos Progreso cuenta con un catálogo legal que genera acciones para garantizar la no ocurrencia de accidentes.

El secreto: la prevención

Si bien las multas de tránsito surgen del rompimiento de las reglas y normas para circular con vehículo, también son prevenibles gracias al conocimiento y la educación.

Esto contribuye a eliminar gastos innecesarios tanto para la empresa como para el conductor que trabaje para la misma.

Según Roberto Hermosilla, gerente de Salud y Seguridad Ocupacional de Cementos Progreso, entre las acciones que realiza la empresa para prevenir las sanciones de tránsito están que primero se cuenta con un catálogo legal en donde se identifican las leyes nacionales, reglamentos y normativa internacional suscrita por Guatemala, que aplique a las operaciones y actividades que involucren vehículos motorizados.

De este catálogo se generan acciones para garantizar la no ocurrencia de incidentes y, por ende, el no cometer infracciones de tránsito enfocadas hacia operaciones de transporte contratadas u operaciones con personal propio.

En la gestión de pilotos para operaciones contratadas se establecen los requisitos mínimos que debe cumplir cada piloto que opera en la distribución del cemento, siendo estos el contar con la licencia correspondiente y vigente al tipo de unidad (tipo A), el grado académico (tercero básico) que es mayor al definido por la legislación nacional, así como contar con un curso de escuela de pilotos, inducción a las operaciones, tres años de experiencia demostrable y estar inscrito con pagos al día en el seguro social. Además, cada piloto recibe concientización y formación constante en temas de seguridad vial.

Conocer el reglamento de tránsito es vital para evitar multas.

El gerente indica que también las unidades que prestan servicios para la distribución son verificadas previamente a ser autorizadas. Esta verificación incluye los elementos mecánicos cruciales para su correcto funcionamiento (sistema de dirección, frenos, hidráulicos) así como los elementos que el reglamento de tránsito lista (conos, cuñas, luces, cintas reflectivas, parabrisas, alarma de retroceso, cinturón, condición de llantas, extintor, identificación de la placa según la ley).

Así también, “una bitácora 360 que registra la inspección diaria que realiza el piloto a la unidad, un plan de mantenimiento preventivo a la misma y la verificación de temas administrativos como garantizar que cuenten con los impuestos legales correspondientes al día, pólizas de seguro y, actualmente, gobernación de unidad a 80 km/h según la ley de fortalecimiento a la seguridad vial”, expresa Hermosilla.

Recomendaciones
Para lograr disminuir las multas de tránsito en los pilotos de la empresa es necesario tomar en cuenta lo siguiente:

  1. No tener como objetivo el evitar multas sino el bienestar integral de las personas (colaboradores y demás involucrados).
  2. Buscar y lograr el compromiso firme por parte de las altas gerencias con la seguridad vial, trabajar en la formación y concientización de los pilotos y definir políticas acorde al tema.
  3. Realizar una identificación de riesgos e implementar medidas de control de acuerdo a su actividad.
  4. Definir un plan de entrenamiento anual.
  5. Realizar campañas de concientización periódicas de acuerdo a oportunidades de mejora identificadas, por condiciones de ruta o temporada.
  6. Realizar verificaciones de conducción.
  7. Hacer uso de simuladores para evaluar y formar pilotos, principalmente en transporte pesado y colectivo.

Otro aspecto importante es que, cada entrega se gestiona tomando en cuenta los temas de capacidad de la unidad según lo definido en el reglamento de pesos y dimensiones, horas de carga y entrega que exige un viaje dentro de los límites de velocidad establecidos, horarios de restricción al transporte pesado, rutas autorizadas y horas de conducción/ descanso del piloto.

En cuanto al personal propio de la empresa se efectúan entrenamientos anuales relacionados con la Ley y reglamento de tránsito, y otros aplicables, manejo defensivo, “puntos negros”, puntos de velocidad restringida y las normas y directrices de seguridad de la organización. “Anualmente los pilotos realizan una práctica en un simulador de manejo, con la que se identifican brechas u oportunidades de mejora en conducción y se elabora un plan de entrenamiento para cerrar las brechas”, afirma Hermosilla.

“También realizamos un mapeo de puntos de alto riesgo en las distintas rutas y se establecieron puntos de velocidad restringida (PVR), en donde la velocidad máxima es 40 km/hr. Diariamente se revisa el comportamiento de velocidades de toda la flota, por medio de GPS y se toman acciones con las desviaciones”, continúa Hermosilla.

Gracias a estas acciones, en operaciones con personal propio y con una flota de más 200 unidades, en los últimos cinco años no se han tenido multas por excesos de velocidad, no usar el cinturón, uso de celular, obstaculización de carriles o conducción sin licencia.

Estas acciones, según indica el gerente de Salud y Seguridad Ocupacional de Cementos Progreso, también impactan notablemente en la reducción de pólizas de seguro asociadas a la accidentalidad.

Alejandro García
Colaborador
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.com.gt

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