“Me gusta hacer las cosas rebien”

Afirma una exitosa cafetalera que aprendió del café sobre la marcha

Creció en las fincas de café de ambos padres. De hecho, es la tercera mujer en su generación que lidera una finca de este grano. Lorena Calvo, con la personalidad enérgica que la caracteriza y su amor por los animales, fungió como directora del zoológico La Aurora, en donde obtuvo considerables beneficios para la institución durante 14 años de servicio.

Lorena Calvo, exdirectora del zoológico La Aurora,
cafetalera de la finca Bohemia y miembro de Voces Vitales.

Como profesional de la biología, la ahora empresaria buscó una oportunidad de trabajo en el zoológico nacional, al concluir su carrera universitaria, la que consiguió desde el puesto de “jaulera”. En sus primeros meses solicitó al director que le permitiera desarrollarse en su profesión, pero la negativa fue rotunda: “mientras yo esté aquí, la única oportunidad que una mujer puede tener es en el departamento educativo, así es que olvídese de trabajar como bióloga”.

Muchos se hubieran desmotivado al escucharlo; sin embargo, a Lorena le sirvió para afianzar sus deseos de superación, porque su convicción inmediata fue: “no sabe lo que está diciendo, si ya tengo la idea metida, sólo pierde su tiempo”. Más adelante demostró que su perseverancia, profesionalismo y actitud la llevaron no sólo a desarrollarse como bióloga sino como directora general del zoológico, desde donde dirigió a 200 hombres y negoció dos pactos colectivos, por mencionar un par de sus logros.

La profesional dice ser una mujer de carácter fuerte, ordenada, de principios inquebrantables y congruente con lo que piensa y hace. Por ello, llegó la etapa en que decidió convertirse en líder de la finca del café que estaba abandonada por su familia. Así comenzó un ciclo que le ha provisto grandes satisfacciones.

Como estudiante de biología en Estados Unidos, decidió regresar a su país para trabajar la tesis en la finca. Decisión complicada, porque fue en la época de la guerrilla, en donde en tres ocasiones habían sido víctimas de la insurgencia. El tema elegido fue biodiversidad de aves del cafetal.

Por ello, cuando Lorena retomó la finca no contaba con experiencia directa en la producción del grano. Pero su instinto emprendedor la acercó a la Asociación Nacional del Café (Anacafé), porque el ejemplo de las mujeres en el mundo del café ya era parte de su vida, las ganas de hacer producir el terreno eran sobradas y la confianza de vivir con una filosofía clara estremecía su ser, porque se resumía en: “sé exactamente a dónde quiero ir y no me baja nadie hasta que terminó”.

La experiencia que ha obtenido en los cafetales concentra trabajo arduo y mucha perseverancia. Parte de la misión cumplida lista haber presidido la Anacafé, como una de las pocas mujeres en ese puesto en la historia de la institución; así también, haber firmado un acuerdo con la Asociación Internacional de Mujeres en Café y haber formado parte del grupo que fundó la Asociación de Mujeres en Café de Guatemala. La confianza que han depositado en su persona le ha permitido presidir congresos mundiales y, en el más reciente: la 3ª. Convención Internacional de la Alianza de Mujeres del Café, recibió la noticia de que el café de su finca se perfiló como uno de los mejores.

A su paso, Lorena Calvo ha dejado huella en las instituciones. En Cuatro Grados Norte fundó la Biblioteca Ambiental para Niños; en la Fundación para el Azúcar (Fundazúcar) fungió como supervisora de los proyectos sociales, desde el puesto de subdirectora. En la actualidad, la empresaria de la finca Bohemia, en El Palmar Quetzaltenango, trabaja también para la Asociación de Desarrollo Agrícola y forma parte de Voces Vitales, la organización que ha conseguido allanar el camino profesional y laboral de la mujer guatemalteca.

Ileana López
Directora
Revista GERENCIA
editorialgerencia@agg.org.gt

 

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