La comunicación informal en los lugares de trabajo

Las empresas deben crear una cultura libre de chismes dañinos

El diálogo informal en los lugares de trabajo no es del todo negativo, siempre y cuando no sea ofensivo, dañino o falte al respeto de las demás personas.

El chisme, los rumores y el “radio pasillo” son temas que han prevalecido en las organizaciones de todo el mundo a través del tiempo, como una forma de comunicación informal. Más allá de lo trivial que pueda parecer, representa un fenómeno socio cultural, inherente al ser humano, inevitable en el escenario organizacional, que debe ser analizado desde diversos puntos de vista para poder entenderlo y saberlo manejar dentro de los lugares de trabajo.

“El chisme en el lugar de trabajo se define como un diálogo informal y evaluativo dentro de una organización, acerca de otro miembro de la organización, que no está presente en ese momento”, afirmaron Kurland y Pelled. Generalmente, se da entre grupos funcionales o con algún tipo de lazo social o afectivo, y refuerza los lazos sociales del grupo. desde un punto de vista simplista, el chisme es comúnmente considerado como negativo; sin embargo, dicho fenómeno abarca diversos aspectos a considerar.

Es inevitable extinguir los chismes en el trabajo, pero se pueden evitar los de carácter malicioso.

Independientemente si el chisme es ofensivo o inofensivo, existen cinco características principales: la información comunicada no forma parte del marco “formal” de la organización o de su comunicación, se trata de información “extraoficial”, la fuente del chisme no es responsable de la información difundida, la información se refiere a la persona detrás del rol, y la persona sobre la que se genera el chisme no puede defenderse ante la información difundida, es decir, está ausente cuando sucede.

Consecuencias del chisme ofensivo En un sentido “negativo” y a nivel individual, las consecuencias del chisme se centran en que el objeto del chisme presenta conductas de victimización, pérdida del sentido de pertenencia en el grupo, aumento en los niveles de ansiedad, sentimientos ambivalentes y de culpa, daño en la reputación y desconfianza, entre otros, que pueden poner en peligro las oportunidades de desarrollo de la persona dentro de la organización.

Para evitar un clima ambivalente en las organizaciones, es necesario mantener una política de puertas abiertas.

Por otro lado, a nivel organizacional se puede generar una ruptura en la confianza, divisiones en los grupos de trabajo, aumento en la rotación voluntaria, niveles bajos de productividad, daño en la reputación de la organización y posibles problemas legales, entre otros.

El manejo del chisme en la empresa No en todos los casos el chisme es perjudicial (especialmente tratándose del chisme inofensivo). Lo importante es crear una cultura libre de chismes maliciosos o dañinos y generar estrategias para controlarlos o disminuirlos. dichas estrategias deben ser puestas en marcha tanto a nivel organizacional, como a nivel de líderes.

A nivel organizacional existen diversas prácticas que pueden llevarse a cabo para el manejo y control del chisme malicioso o dañino:

  • Política de no al chisme: es un mecanismo para comunicar y controlar los comportamientos no deseados dentro de la organización. Antes de definir una política de esta naturaleza, es necesario que se defina el significado del chisme para la organización incluyendo los comportamientos observables que la constituyen, y concluir si para la organización son aceptables o inaceptables.
  • Política de puertas abiertas: resulta benéfico para las organizaciones porque fomenta la apertura, transparencia entre líderes y colaboradores, así como la apertura de los canales de comunicación.
  • Comunicación interna: para evitar un clima ambivalente, es necesario que la comunicación interna de la organización, mantenga en sus campañas mensajes claros y consistentes.
  • Canal de apelaciones / Comités de ética internos: esta práctica es utilizada por muchas organizaciones. Su objetivo es ofrecer un proceso de apelación que se encargue de las quejas internas o prácticas injustas de una manera objetiva y ética.
  • Congruencia dentro de las culturas orientadas a valores: es importante que los valores de las organizaciones sean reforzados por medio de prácticas e iniciativas que inspiren al personal en materia de imparcialidad, transparencia y confianza; al mismo tiempo que se encuentren alineados a la estrategia organizacional.
    A pesar de que es inevitable extinguir los chismes de los lugares de trabajo, sí se puede evitar la generación de chismes maliciosos que dañen a las personas en los lugares de trabajo. Por ello, es importante aplicar este tipo de prácticas y así generar un clima laboral de transparencia, ética y apertura; características fundamentales para crear un excelente lugar de trabajo.

Con información de
Great Place to Work Institute

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