Entre la historia, la investigación y los gatos

La historia y la investigación son su vida, pero también los gatos. Y eso se nota solo con la emoción con que habla sobre el tema. De los felinos, basta decir que alimenta a los que viven en los alrededores y que vive con varios en su casa, adornada con figuras felinas. El día de la entrevista portaba aretes cuya figura era la cabeza de un gato.

Regina Wagner es guatemalteca, hija de padres alemanes. Estudió en el colegio Alemán y luego se mudó a ese país europeo, en donde hizo estudios en la Universidad de Colonia. Desde entonces la historia ya incrementaba su presión sanguínea, y por ello estudió historia latinoamericana, tema en el que consiguió una maestría.

Reconoce, en son de queja, que incorporarse académicamente en Guatemala cuando no se estudió en la Universidad de San Carlos, es una tarea difícil. Cursó la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad Rafael Landívar, lo que, acepta, le ayudó luego de 8 años fuera del país, a conocer gente y a incorporarse científicamente.

Pero allí no terminaron sus estudios. Aburrida del conflicto armado del país, en tiempos de Lucas García (1978-1982), decidió sacar un doctorado, siempre en historia en Tulane, Nueva Orleans, el cual concluyó en 1985.

Su pasión por la historia y la escritura la llevaron a publicar su primer libro relacionado con La historia de los alemanes en Guatemala. En el que cuenta con mucho detalle, cómo los alemanes se fueron constituyendo en los principales productores de café del país, instalándose al comienzo en tierras de Alta Verapaz, pero distribuyéndose luego en otras áreas del territorio nacional.

Su obra y calidad, hicieron que la contactara la Asociación Nacional del Café (Anacafé), pues requerían publicar un libro sobre la historia del grano, una tarea que no le fue nada difícil, pues ya poseía mucho conocimiento al respecto, producto de su investigación anterior.

FNo cabe duda que, la calidad se premia y la excelencia con que estructuró La historia del café, llevó a que la contactará la Asociación de Azucareros, que también buscaba contar su historia. Para entonces su obra sumó tres libros. A ellos siguió la Historia de la Cámara de Industria y la del Instituto de Recreación para los Trabajadores (Irtra), publicaciones con las que cada entidad conmemoró sus bodas de plata.

En la actualidad está por publicar la historia del colegio Alemán y ha sido contactada para encargarse también de dejar constancia escrita de la historia de Cementos Progreso.

Su vida se reparte entre la investigación, la escritura y la academia, pues, aunque ya no es tan activa en la docencia, aún imparte un curso en la Universidad Francisco Marroquín.

Carlos Morales Monzón
Periodista y Profesor Universitario
cmoralesmonzon@yahoo.com

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