El presente y futuro de la inteligencia artificial

Transformación que todavía cuesta comprender

Las cinco empresas mejor valuadas a nivel mundial están relacionadas con la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés). Estas son: Apple (606B), Google (540B), Microsoft (445B), Amazon (395B) y Facebook (370B). Google, Amazon y Facebook están basadas casi exclusivamente en ella, mientras que las otras dos (Apple y Microsoft) la utilizan intensamente.

El reciente interés en el campo de la inteligencia artificial se ha visto reflejado en las adquisiciones y financiamiento que han recibido las “startups” relacionadas con el área, inversiones que han superado el billón de USD en el segundo trimestre de 2016, con una inversión acumulada de 6 billones desde 2014. Los números son muy positivos y los beneficios aún más.

Concepto

Por un lado, el vocablo “artificial” significa fabricado por el humano. Por otro, la palabra inteligencia es un motivo de discusión que genera cuestionamientos, en cuanto a que si la inteligencia es exclusiva del humano, si se puede medir o si hay una sola o múltiples. Así también abre espacio para analizar otros conceptos, entre ellos, qué es la conciencia, qué es el alma o cuál es la relación que existe entre el cerebro y la mente. Debido a estas interrogantes, el campo de la inteligencia artificial se ha dividido en dos grandes áreas: la inteligencia artificial débil vs la inteligencia artificial fuerte.

La primera intenta resolver tareas específicas, algunos ejemplos podrían ser: un sistema que juegue al ajedrez, un sistema que entienda un idioma y lo traduzca en tiempo real, un programa que al ver una fotografía indique qué enfermedad padece una persona, etc.

Las empresas mundiales que han sobresalido por sus avances en inteligencia artificial son: Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook.

Su contraparte es la inteligencia artificial fuerte, en la que se intenta crear “seres” con conciencia, que puedan aprender sobre cualquier tema, desde cómo caminar solos hasta las reglas morales y éticas por las que nos regimos. Actualmente, toda la investigación aplicada se enfoca en la AI débil y el sueño de un AI fuerte se reserva para la ficción.

El término “inteligencia artificial” se acuñó en 1956 en una conferencia académica, y desde ese entonces nos acompaña en nuestro diario vivir. Cada vez que se hace una búsqueda en google, se envía un mensaje por whatsapp o se utilizan los frenos ABS del vehículo, se está interactuando con un sistema inteligente. El algoritmo de búsqueda de google está entre los secretos industriales mejor protegidos, pero lo que en realidad le hace los billones es una inteligencia artificial (o múltiples combinadas) que aprende a conocer a los usuarios mediante las búsquedas, correos, y clicks que hacen en internet, para luego ofrecerles anuncios, productos y resultados que les puedan interesar.

El reciente auge de la inteligencia artificial se debe en parte gracias al aumento del poder computacional y a la cantidad de datos que se manejan de manera digital. Actualmente, todas las cuentas bancarias las controlan sistemas de computación, lo que facilita el análisis de los patrones de uso de las tarjetas de crédito, para dar alertas sobre consumos extraños que puedan ser de origen fraudulento.

La inteligencia artificial está cambiando la vida de las personas.  En la fotografía, el novedoso Tesla.

El estilo de vida digital y moderno está dejando una “huella digital”, a esta gran cantidad de información se le llama “big data”. Sería imposible que un humano pueda analizar tantos datos y encontrar correlaciones entre ellos; sin embargo, una maquina podría hacerlo. Por ejemplo, a través del Gmail, el sistema puede saber cuándo una persona compra un boleto de avión hacia Perú y notificarle si hay atrasos en el vuelo. Al llegar a Perú, el sistema -a través del GPS- sabrá que la persona llegó, entonces correlacionará las búsquedas anteriores y sabrá que al visitante le atrae el ciclismo. Así, al aterrizar le recomendará un tour de bicicleta.

Empresas de automóviles como Tesla, BMW, Mercedes están usando técnicas de AI para hacer autos que se manejan solos. Facebook y Google tienen sistemas que al ver una imagen pueden describirla con palabras para personas no videntes. En California Healthcare Foundation, una inteligencia artificial revisa imágenes de retinas de pacientes diabéticos y predice con 86% de acierto si la persona tiene retinopatía deteniendo o incluso revirtiendo el avance de dicha enfermedad.

El 28 de septiembre de 2016 en Nueva York, Estados Unidos, se creó el “Partnership on AI”, una organización sin fines de lucro que desea crear conciencia en el público en general sobre los beneficios y el impacto que está teniendo la IA en el mundo y cuyo slogan es: “para el beneficio de las personas y la sociedad”. Las cinco empresas fundadoras: Amazon, Deep Mind/Google, Facebook, IBM y Microsoft.

La inteligencia artificial fuerte intenta crear seres con conciencia.

Obviamente, todas las tecnologías nuevas tienen un impacto en nuestras sociedades. La mayoría de los expertos en el área concuerda que, una máquina que quiera destruirnos y el sueño de la inteligencia artificial fuerte están aún muy lejos. Sin embargo, las máquinas están superando a los humanos en tareas específicas como manejar autos… Y lo están haciendo mejor y más barato que los seres humanos. Esto tiene implicaciones serias dado que en USA se estima que hay 1.6 millones de traileros y unos 800 mil taxistas, lo que implicaría que 2.4 millones de personas perderían sus trabajos de manera directa. También se estima que al quitar el elemento humano del volante, se reducirían en un 90% los accidentes de tránsito.

La Inteligencia Artificial vino para quedarse y está transformando nuestro mundo de maneras que nos cuesta entender ahora, pero será muy natural para las próximas generaciones. Sin duda, será común que los hijos de las personas que hayan nacido luego del año 2000, les pregunten algún día a sus padres: “¿es cierto que antes las personas debían manejar sus propios autos, incluso si salían de fiesta y se emborrachaban?” a lo que sus padres tendrán que contestar: “es verdad, manejábamos nuestros propios autos… y regresábamos a casa con la llanta estallada luego de una noche de copas”.

Alí Arafat Lemus
Director de Búsqueda y Desarrollo
Departamento de Ciencias
de la Computación
Universidad Galileo

 

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