El aguinaldo y la danza del gasto navideño

Para muchos el aguinaldo se queda corto para cubrir sus gastos de fin de año, por eso recurren al endeudamiento

Diciembre es temporada alta para los comercios de todo tipo, que surten sus bodegas con anticipación para satisfacer la creciente demanda.

Diciembre es algo más que la Navidad y la despedida de un año para recibir a otro. Es un mes de mucho movimiento comercial y, por ende, de mucho movimiento de dinero.

Los comercios, de todo tipo, se preparan con antelación para surtir sus bodegas y atender la creciente demanda de la época. Ropa, zapatos, joyas, perfumes, juguetes, arbolitos, uvas, manzanas, nueces, frutas para el ponche, maíz, tomate, limón, cibaque, hojas de maxam, juegos pirotécnicos, bicicletas, computadoras, camas, televisores, estufas, refrigeradores, carros y hasta casas, suelen conformar la extensa lista de posibilidades del proceso de compra-venta de cada fin de año.

Los guatemaltecos se lanzan a las calles y centros comerciales para arrasar con lo que encuentran a su paso, en una especie de despilfarro de ese sueldo extraordinario que se recibe a mediados de diciembre de cada año: el aguinaldo.

Algunos deciden satisfacer las necesidades de su hogar para hacerle mejoras a sus bienes, entonces compran electrodomésticos, televisores o equipos de sonido. Otros piensan en guardar un poquito para los útiles escolares de enero. Pero el común denominador es el gasto, con fines de entretenimiento o de mejorar el patrimonio, pero gasto al fin.

El fin de año genera mucho movimiento comercial y movimiento de dinero

Testimonios

Pablo, un joven universitario que trabaja para un call-center, muy de moda en nuestros tiempos, no tiene el menor empacho en reconocer que invertirá su aguinaldo en adquirir uno o varios videojuegos para incrementar su colección de entretenimiento.

María José, también estudiante del nivel superior, posee otra perspectiva sobre ese salario. Ella está planificando guardarlo para pagarse la universidad el próximo año. Bueno, al menos la inscripción y la primera cuota.

Roxana, una madre soltera, no deja de evidenciar su preocupación. Porque aunque trabaja, lo hace por contrato, modalidad laboral que, según los empleadores, no genera responsabilidad en el pago de este tipo de ventajas económicas.

José, un padre de familia que trabaja para el Estado, asegura que su aguinaldo se irá completito en el pago de inscripciones y primeras cuotas de la universidad de sus dos hijos.

Lo que sí nadie deja de prever es la compra del famoso estreno, una costumbre muy guatemalteca que hace que los almacenes se desborden cada diciembre ante la avalancha de personas que buscan las mejores combinaciones prendarias para lucirlas en la celebración de ambas tradiciones.

Así, mientras unos guatemaltecos piensan voluntariamente en cómo gastarse el aguinaldo, otros buscan la forma de hacerse de recursos para tener en qué gastar.

Las tarjetas de crédito exigen una planifi cación adecuada para no convertirse en un problema para la economía personal.

Endeudamiento

Los que no tienen trabajo o simplemente no reciben aguinaldo, tampoco se quedan de brazos cruzados viendo cómo los demás vacían las tiendas de los centros comerciales.

De alguna manera tienen que cumplir con la tradición. Lamentablemente su situación los orilla a recurrir a métodos generadores de ingresos que les permitan unirse al mundo del consumismo.

Algunos piden prestado, otros un adelanto de salarios. Pero los más encuentran salida en las tarjetas de crédito, ese bien llamado dinero plástico cuyo sistema de cobro deja virtualmente en la calle a todo aquel que, sin contar con una planificación adecuada, intenta suplir con él la falta de otro tipo de ingreso.

Datos proporcionados por la Superintendencia de Bancos (SIB) dan cuenta de la existencia, al 31 de octubre pasado, de 2 millones 621 mil 438 créditos otorgados por medio de tarjetas, a través de bancos y otros emisores de este tipo de documento de pago.

Con esa cifra, el monto de la deuda global asciende a Q5,715 millones en el sistema bancario y Q2,696 millones en otras emisoras de tarjetas. Juntos hacen un total de Q8,411 millones.

Al 31 de octubre se habían colocado 2 millones 621 mil 438 créditos por medio de tarjetas, a través de los bancos y otros emisores

En Guatemala operan 20 entidades supervisadas por la SIB, que otorgan financiamiento a través de las tarjetas de crédito. Y, como era de esperarse, los meses de julio, noviembre y diciembre son los que registran el mayor crecimiento en el endeudamiento por este medio, pues es cuando los guatemaltecos más gastan para cubrir sus necesidades de consumo, en el caso de noviembre y diciembre, por las fiestas de fin de año.

Pero los chapines no solo se endeudan por medio de tarjetas. También lo hacen adquiriendo préstamos directos para el consumo en las distintas entidades financieras del país. La SIB informa que, al 31 de octubre, ese rubro representaba el 26.3 por ciento de la cartera crediticia, con un monto de créditos otorgados por Q27,888.7 millones. Y en este caso particular, los meses de mayor crecimiento son mayo, agosto y noviembre.

Estas cifras muestran el mapa real de endeudamiento de los guatemaltecos, cuyo aguinaldo no les es suficiente para sus compras de fin de año. Aunque debe decirse que algunos, los menos quizá, usan esa bonificación para pagar sus deudas o al menos amortiguarlas.

Diciembre ya está en plena vigencia y los parqueos de los centros comerciales ya se notan sobrecargados por aquellos que avanzan con sus compras. Los almacenes se repletan y el papel moneda o las tarjetas de crédito bailan por doquier la danza del gasto de la Navidad y el fin de año.

Carlos Morales Monzon
Periodista y Consultor
Cmorales@themediaservices.info

 

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